Capitulando: The Newsroom

Me he zampado The Newsroom en menos de una semana. Y tan a gusto, oye. Así que aprovechando que hace tiempo que no hablo de series por aquí y que no me picaba tanto con una desde Homeland, voy a contaros un poco de qué va, por qué es criticada y por qué a mí me moló. En ese orden, además.

¿De qué va?

En el potente piloto de la serie se nos deja bien claro cuál va a ser el tono que impere durante toda la temporada, con alguna excepción puntual. Arranca con un speech tremendo sobre cómo los EEUU de América no son el mejor país del mundo. El encargado de este arranque es el principal protagonista de la serie, Will McAvoy, y a raíz del mismo decide tomarse unas semanas de vacaciones. Cuando vuelve a la redacción de noticias en la que trabaja como presentador, se encuentra con que su nueva productora ejecutiva es su ex-novia, MacKenzie McHale. Ella le convencerá para tratar de hacer un informativo independiente de audiencias y en el que prime el objetivo de presentar la verdad al espectador, soportada por hechos y contada del mejor modo posible.

Para completar la trama, nos encontramos con una redacción llena de gente joven, entusiasmada con la idea de hacer el mejor periodismo posible... y con sus historietas entre ellos, triángulos amorosos incluidos. También hay malos, como en casi todas las historias, en este caso serán los directores de la cadena los encargados de intentar alejar a los protagonistas de su cruzada por contar la verdad, con el fin de mantener las audiencias y, principalmente, evitar cabrear a las personas inadecuadas.

Y todo esto encajado en episodios que, para mi gusto, equilibran de maravilla la tensión de las tramas periodísticas con la comedia y los dramas personales de los protagonistas. El alto tono político de los ocho primeros minutos del piloto se extiende hasta el final del último capítulo, con una visión un tanto sesgada, pero bastante crítica de algunos aspectos de la actualidad socio-política estadounidense. En general es un entretenimiento más que digno que presenta una imagen utópica de lo que debería ser el periodismo usando para ello un escenario elaborado con noticias reales de los últimos tres años. Tiene trampas y sesgos, pero funciona muy bien como producto de ficción.


No empieza mal, ¿no?

¿Por qué ha recibido palos?

Por esas trampas y esos sesgos, principalmente. A ver, también hay cosas que, sencillamente, no están bien tiradas, sobre todo en el capítulo final... algunos giros poco creíbles y algunas situaciones cerradas de manera torpe o tópica. Pero, a mi juicio, no son demasiados los grandes fallos, y pocas cosas hay que sean perfectas, so...

Las críticas que he leído van en cuatro líneas fundamentales. Por un lado el claro sesgo político, que va en contra de la premisa fundamental de la serie. Es cierto que las hostias que da el amigo Will y su equipo van siempre hacia el mismo lado, pero yo diría que esto tiene un sentido argumental (al margen de cualquier intención adicional que tenga el creador de la serie, que a mí, particularmente, me da bastante igual, no necesito, ni busco, ni quiero, ni dejo que una serie de televisión se encargue de adoctrinarme sobre nada) al servir de contrapunto frente al hecho de que Will sea republicano registrado y, en su afán por hacer buen periodismo, no muestra reparos en cargar contra el partido Republicano. Que sí, que de todos modos habría estado bien que en algún capitulo hubieran dado caña a la Administración de Obama, pero no me parece una cosa grave que esto no ocurra.

Por otro lado he leído ataques hacia la superioridad moral de la que hacen gala los personajes. Por supuesto que en algún momento, algún personaje hace gala de cierta superioridad moral, entendida como un fuerte convencimiento de que tienen razón al pensar que ciertas cosas son buenas y otras son malas. Vale, ¿y? Entiendo que por esto algunos personajes te puedan caer mal, pero no lo veo como argumento en contra de la serie. En la misma se encuentran algunos ejemplos que sacan punta y hacen uso de estos rasgos de los protagonistas. Impagable cuando uno de los entrevistados por Will se le rebela en antena sacando a relucir precisamente estas cuestiones. Y es que Will a veces es un dolor, yo al principio no le tragaba, si me acabó cayendo bien no es porque se modere con el tiempo, sino porque se ven otras partes de su personalidad que molan. Eh, y será que soy un puto blando, pero a mí con ese "ask me your idiot question again" del final me ganó.


Aquí hay zascas para todos

Otra de las cosas que se han criticado es su falta de realismo. Imagino que esto es muy cierto, la serie no es muy realista, en algunos aspectos es muy claro, todos los tipos de la redacción tienen un amigo en algún sitio clave. El mundo real seguramente no sea así. Pero es que a lo mejor hacer una serie basada estrictamente en el mundo real sería un poco aburrido. O igual sería un documental. Esto es un producto de ficción, que busca contar ciertas historias, y gracias a que no tiene por qué ser realista en todo, consigue contar exactamente las historias que pretende, sin el obstáculo de que eso no pasaría en el mundo real.

Por último, también se ha dicho por ahí que cae demasiado hacia la telenovela... Ya os decía antes que yo creo que está bastante equilibrada, en realidad. Quizás es porque las historias personales de los protagonistas también me están gustando. Bueno, la de Jim y Maggie a veces me desespera, y esa revelación tardía de Sloan no me pareció demasiado creíble, pero por lo demás, todo bien. Eh, esperad, que me adelanto, aquí venía otra cabecera...

¿Por qué a mí me está molando?

Con todo lo que he apuntado hasta aquí, creo que ya he contestado a esta pregunta. Me mola como retrato de la cara más amable del periodismo, idealista y utópico, aunque pese a todo el idealismo mantenga ciertos sesgos. Me mola la dinámica de equipo que vende, la forma en que la redacción planta cara cuando vienen mal dadas; esto es muy notable, por poner un ejemplo, al final del capítulo sobre los disturbios en Egipto. Me molan varios de los personajes, Charlie, Neal, Sloan... Y, por supuesto, Jim, que con su historia me recuerda una barbaridad a otro Jim que trabaja vendiendo papeles. No creo que el paralelismo entre los lances amorosos del primero con Maggie y el segundo con Pam, y lo parecidos que son los apellidos de ambos (Harbert y Halbert) sea una casualidad, por cierto.

Love is in the air, está cantado

En el lado menos positivo, los principales protagonistas, Will y Mac, a veces son un poco insoportables. Con el tiempo, como decía antes, él mejora mucho, a partir del sexto episodio sobre todo. Pero ella es un poco histérica y cargante. También cabe señalar que la forma en que tratan el tema de la muerte de Bin Laden no me gustó, me incomoda mucho lo que he podido ver de cómo se recibió esa noticia en EEUU, y la serie va en la misma línea triunfal.

Cuando empecé a escribir este post pensé que en tres párrafos dejaba el tema zanjado y al final parece que me he enrollado un pelo más. Lo dejo ya, no sin recomendaros, por supuesto, que le echéis un vistazo, son diez capítulos de cerca de una hora de duración y dan para más de una carcajada, para emocionarse un poco y también para dar un par de vueltas a algunas ideas.

1 comentarios:

Lord Di dijo...

¿Por qué molesta al escritor que traten en la serie la muerte de Bin Laden de la misma forma que se debió tratar en el 100% de los medios de comunicación norteamericanos? ¿Acaso deberían haber enarbolado la bandera de los derechos humanos y, una vez averiguada su situación, haber solicitado al gobierno de Pakistan su entrega?
Eso sí que habría sido creíble.
En cuanto al trato a la Administración Obama, ¿y si la serie se hubiera hecho hace 5 años, habríamos mantenido el discurso?
Demagogos del mundo extinguíos! Dejad que continúe la evolución,
Esterilizad a vuestros hijos,
Juntos de la mano...